Full Stack sin querer Queriendo

10 de Agosto

Nunca me propuse ser desarrollador Full Stack.
De hecho, mi camino profesional arrancó en el Marketing. Pero siempre tuve la tecnología rondando en la cabeza. Esa curiosidad se transformó en decisión cuando me metí a explorar el ecosistema blockchain que estaba creciendo en Argentina y vi algo claro: había muchas ideas, y mucho capital, pero faltaban constructores. Y yo quería ser uno.

Los primeros pasos

Una vez conforme con mi nuevo rumbo mi siguente paso fue buscar en Youtube: "Curso de programación básica". Y así fue como me encontré con un curso de JavaScript en freeCodeCamp, cuyo profesor resultó ser el creador de la academia Scrimba.com (en ese entonces exclusivamente de Frontend), lo que me impulsó a inscribirme allí y empezar mi camino como desarrollador web.

Una vez completada su ruta de aprendizaje y haberme deleitado con la mejor experiencia educativa que tuve hasta ese momento me despertó la intriga por ir más allá de las interfaces. Me metí en el mundo del IT, realizando varios Google Certificates y buscando un panorama más completo de la industria.

El salto al Full Stack

La influencia del blockchain/web3 y de comunidades como Platzi me motivaron a seguir expandiendo mis límites. Sin embargo fue en boot.dev donde encontré el espacio ideal para profundizar y dar el paso definitivo hacia el Full Stack.

Aprender con otros y trabajar en proyectos reales

Un amigo con más de 10 años de experiencia como full stack fue clave en el proceso. Gracias a él conseguí mis primeros proyectos freelance, donde desarrollé webs complejas. Ahí entendí que el aprendizaje más grande ocurre cuando los problemas dejan de ser simples ejercicios y pasan a ser proyectos de verdad.

Hoy: acelerando la construcción gracias a la IA

Hoy sigo trabajando como Full Stack Developer, pero con un enfoque distinto: desde mi propia agencia de desarrollo, impulsada por agentes de Inteligencia Artificial especializados.

Mirando atrás, me doy cuenta de que llegué al Full Stack casi sin querer queriendo. Fue la suma de curiosidad, ganas de aprender y oportunidades inesperadas lo que me trajo hasta acá. Y lo que empezó como una búsqueda personal, hoy es un proyecto que conecta ideas con realidades a través de la tecnología.